Las ojeras son una de esas pequeñas grandes preocupaciones que todas tenemos en algún momento. Con los años he probado montones de correctores y técnicas, y he aprendido que no existe una única fórmula mágica: elegir el corrector ideal depende del tono de la ojera, la textura de la piel, el acabado que busques y la rutina previa. Aquí te cuento, con ejemplos y trucos concretos, cómo acertar según tu caso y cómo aplicarlo para un resultado natural y duradero.

Cómo identificar tu tipo de ojera

Antes de comprar cualquier corrector, obsérvate bajo luz natural. Busca:

  • Ojeras pigmentadas: tonos marrones o violáceos, suelen deberse a genética o hiperpigmentación.
  • Ojeras azuladas o moradas: aparecen por vasos sanguíneos visibles, falta de sueño o piel muy fina.
  • Ojeras hundidas: sombras por pérdida de volumen; la piel crea un efecto de “bolsillo” que acentúa la sombra.
  • Ojeras rojizas: a menudo acompañadas de enrojecimiento de la zona o alergias.
  • Identificar esto te permitirá elegir el corrector tonal y la textura adecuada.

    Elección del tono: la regla de los correctores de color

    La corrección de color es la base. Aquí unas pautas sencillas que siempre uso:

  • Ojeras azuladas/moradas: los correctores con base amarilla o melocotón neutralizan bien. El melocotón es ideal si la ojera es muy oscura o morada.
  • Ojeras marrones (hiperpigmentación): un corrector con matiz naranja o terracota funciona mejor, sobre todo en pieles morenas.
  • Ojeras rojizas: un corrector con base verde ayudará a equilibrar el enrojecimiento.
  • Ojeras suaves/ligeras: a veces basta con un corrector del mismo tono de tu piel o uno medio tono más claro para iluminar.
  • Mi truco: aplica muy poco corrector de color primero y difumina bien antes de usar el corrector del tono de piel. Menos es más; si saturas de color se verá falso.

    Texturas: cómo elegir según tu tipo de piel y edad

    La textura del corrector es tan importante como el tono. Aquí te dejo una guía práctica:

  • Piel seca o madura: prefiero fórmulas cremosas y luminosas (ej. NARS Radiant Creamy Concealer). Evita correctores muy mates que marcan líneas. Aplica sobre piel bien hidratada y con un serum con ácido hialurónico.
  • Piel mixta o grasa: correctores líquidos de acabado mate o semi-mate funcionan mejor (ej. Maybelline Fit Me, Estée Lauder Double Wear Light). Opciones en stick pueden ser demasiado pesadas si tienes poros abiertos.
  • Piel joven y sin arrugas: casi cualquier textura va bien; los correctores en crema líquida con acabado luminoso dan un aspecto descansado.
  • Ojeras muy marcadas o piel finita: fórmulas con cobertura media-alta pero ligeras, que no resequen, son las más favorecedoras. Busca ingredientes como glicerina y siliconas que rellenan ópticamente sin cuartear.
  • Técnicas de aplicación que uso y recomiendo

    La aplicación marca la diferencia. Estos son mis pasos probados:

  • Preparación: hidrata la zona 2-3 minutos antes. Uso un contorno de ojos con textura ligera (ej. CeraVe Eye Repair o The Ordinary Caffeine Solution) para desinflamar y alisar.
  • Primero corrige el color: usa una minicapita de corrector de color (en crema o corrector en stick) justo en la zona más pigmentada. Difumina con un pincel pequeño o con el dedo anular dando toques suaves.
  • Aplica el corrector del tono de piel: con una brocha plana o una esponja húmeda, coloca pequeñas cantidades en triángulo invertido bajo el ojo (desde la esquina interna hacia el pómulo). El triángulo ilumina y evita que se vea “parcheado”.
  • Difumina: toques suaves, jamás arrastres. La esponja (tipo Beauty Blender) ayuda a fundir producto sin quitar cobertura.
  • Sellado: si tienes piel grasa o quieres mayor duración, aplica una ligera capa de polvos translúcidos con una brocha pequeña. No abuses para no resecar la zona.
  • Errores comunes que debemos evitar

  • Usar un corrector demasiado claro: crea un efecto “máscara” o reflejos blancos en fotos.
  • Aplicar mucho producto: provoca que se acumule en pliegues. Menos producto y más capas finas siempre gana.
  • Saltarse la hidratación: la piel seca absorbe el corrector y lo parte, creando parches.
  • No usar colores correctores cuando la ojera es muy pigmentada: intentar cubrir marrón oscuro con un corrector claro no corrige el subtono.
  • Productos y herramientas que recomiendo

    A continuación, algunos favoritos personales según necesidad:

  • Para luminosidad y cobertura cremy: NARS Radiant Creamy Concealer.
  • Para larga duración y acabado mate: Estée Lauder Double Wear o Maybelline Fit Me.
  • Correctores de color: paletas pequeñas de correctores (ej. NYX Color Correcting Concealer Palette) son muy útiles para mezclar tonos.
  • Herramientas: brocha para corrector (pincel plano y denso), esponja húmeda para fundir y pincel pequeño para polvos en la zona.
  • Tabla rápida de referencia

    Tipo de ojera Tono corrector Textura recomendada Técnica
    Azul/Morada Amarillo/melocotón Crema líquida o en crema Corregir color → corrector de piel en triángulo
    Marrón/pigmentada Naranja/terracota Crema con buena cobertura Poco corrector de color + fundir cuidadosamente
    Hundida/Sombra Iluminador suave (tono piel) Ligero, luminoso Ilumina en triángulo, evita polvos pesados
    Rojiza Verde Crema o líquido Neutralizar primero, luego tono piel

    Últimos consejos prácticos

  • Prueba siempre el corrector en la piel del rostro, no en la mano: el subtono facial cambia.
  • Lleva contigo un corrector en barra para retoques si pasas muchas horas fuera; pero difumina con delicadeza.
  • Si te sacan fotos, evita correctores demasiado luminosos que puedan reflejar flash. Un acabado satinado es perfecto.
  • Haz pruebas en casa: mezcla tonos si es necesario. A veces un pequeño toque de naranja en un corrector amarillo da mejores resultados.
  • Si quieres, dime qué tipo de ojera tienes (puedes describirla o enviar una foto) y te ayudo a elegir tonos y productos concretos adaptados a tu piel y estilo de vida.